domingo, 28 de junio de 2015

SMILE

¡Sí! ¡La oveja ha vuelto!

¿Cómo estáis? ¿habéis crecido? Después de unos meses ya sin leernos, ¡seguro que sí!

Bueno, ¡hoy vengo con un mural! El mural que correspondía a Marzo-Abril...pero que terminé ayer y ya estamos casi en Julio, pero no importa, porque nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no? o eso dicen. 

Creo que este mural me ocupará todo el verano y para Septiembre-Octubre ya haré el siguiente. Todavía no sé si será de alguna temática en concreto o bien si será un concepto o si quizás me vuelva a centrar en las estaciones del año...en fin, si tenéis sugerencias sentíos libres de proponérmelas también.

Va, y como ya habéis esperado suficiente para este mural, sin más dilación, os lo enseño ;-)


...SMILE!



Y aquí unos detallitos del mural...


Por último, una servidora sonriendo con mi mural de fondo.



Bueno, ¿qué tal? ¿qué os parece?

Ya sabéis que estos últimos murales que he ido haciendo desde aquel de "To be continued" tienen algún significado para mi. Y éste no iba a ser menos.

Llevaba unos meses de incertidumbre como ya os expliqué en mi entrada sobre el mural de Destiny y finalmente, en febrero empecé un curso de diseño web y por las tardes además empecé a trabajar como diseñadora gráfica también (¡Yupi!). La verdad es que estaba muy feliz por ello, pero realmente estaba bastante estresada y a veces, me olvidaba de sonreír ya que tenía poco tiempo para mi y para hacer las cosas que me gustan hacer cuando dispongo de tiempo libre. Además, la época de invierno se me ha hecho bastante larga y en esas épocas siempre suelo estar algo más apagada. Me da un poco de rabia no poder controlarlo, me voy a tener que fabricar un sol artificial para llevarlo conmigo en invierno jiji (no estaría mal...).

En fin que entre unas cosas y otras, me estaba dando cuenta de que no era yo, y de que tenía que sonreír más. Así que en mi mente, diseñé este mural para recordarme a mi misma que no debía olvidarme de sonreír. Y después de unos meses por fin he podido hacerlo real. 

Tampoco es que tengamos que ser falsos con nosotros mismos y tengamos que sonreír si no nos apetece en ese momento, pero sonreír un poquito más siempre es posible y no cuesta tanto, así que venga, ¡SMILE! :-) que estamos todos más guapos, jaja. Y lo más importante, es que las risas y las sonrisas se contagian, así que si tu sonríes, seguro que aquel o aquella que te mire, también lo hará, ¿y no es eso bonito? Yo creo que sí.

¡Que paséis un feliz verano y nos leemos pronto!


domingo, 18 de enero de 2015

Pastel de almendras

¡Buenas tardes-noches a todos!

¡Feliz Año Nuevo! y tal...

Hoy os vengo con una receta. Esta vez no es de mi cosecha. Se trata de algo dulce...¡mmm...!

PASTEL DE ALMENDRAS (8 personas)

INGREDIENTES:

> 100 g de margarina cremosa
> 50 g de azúcar moreno fino
> 2 huevos
> 1 cucharadita de levadura en polvo (aunque yo le hubiera puesto 1/2 sobre o algo así...¬¬' porque apenas me ha subido)
>  175 g de harina de fuerza
> 4 cucharadas de leche
> 2 cucharadas de miel bastante líquida
> 50 g de almendras fileteadas (en mi caso han sido almendras picadas porque son las que tenía en casa)
> ALMÍBAR: 150 ml de miel bastante líquida/ 2 cucharadas de zumo de limón

ELABORACIÓN:

Primero preparamos el molde para el pastel. (para que tengáis una idea de la medida, tendría que ser de unos 18 cm de diámetro) Lo engrasamos y lo forramos con papel vegetal.

Vamos vertiendo en un cuenco grande todos los ingredientes y los batimos con una cuchara de madera durante un minuto aproximadamente hasta que se forme una pasta homogénea.

Cuando la pasta esté lista, la vertemos en el molde, allanando la superfície con una espátula o con el dorso de una cuchara, y a continuación, añadimos las almendras. (Yo las he añadido al terminar el pastel, una vez sacado del horno mezcladas con el almíbar. Si se añaden antes, quedan más integradas en el bizcocho y sino, quedarán como cobertura como en mi caso. Así que lo podéis hacer como más os guste).

¡Y ya es hora de cocer el pastel en el horno!, así que introducimos el pastel en el horno precalentado a 180 ºC durante unos 50 minutos o hasta que haya subido.

Mientras cocemos el pastel...¡empezamos con el almíbar! volcamos en un cazo el zumo de limón con la miel y lo calentamos durante 5 minutos a fuego lento o hasta que el almíbar empiece a cubrir el dorso de una cuchara.

Cuando ya sea hora de sacar el pastel del horno...y sin desmoldarlo, verteremos por encima el almíbar poco a poco para que el bizcocho se impregne bien.

Por último, dejamos que se enfríe durante al menos 2 horas antes de cortarlo. :-)


Bon appétit! :-)

Ai...que se me olvidaba...!

He aquí la foto del resultado:




¡Nos leemos!

Gemma